Un cóctel de elementos

¿Qué vimos anoche?
¿El partido en que Alvear le puso el pecho y no se dejo llevar por delante o
Un partido en que Alvear saco 21 puntos y no supo defender la diferencia?
¿Equipo con lujos y chiches o
Un equipo que se olvida de defender y le hacen 13 puntos en 2 minutos?
¿Capitán entregado, sudoroso, ágil, figura o
Un capitán contracturado, cansado y en el banco¿

¿Y si les digo que todo eso y mucho mas?

Un cóctel de elementos: Juego. Emociones. Lucha. Bronca. Faltas. Ilusiones. Errores. Nervios…
Y si. La segunda final fue así, ida y vuelta. Arriba siempre, una vez abajo. De tres, de bandeja. Con la pelota atada o perdiéndola en un pase de mitad de cancha.
Quizás Facundo tiene una gran capacidad de aprendizaje y nos “saco la ficha” de un momento a otro. Quizás. La verdad es, al fin, que el partido termino 69-65. Lo ganamos. Veamos un poco como llegamos ahí.
El primer cuarto tranquilamente podría haber estado Peñarol al frente que Alvear no se iba dar cuenta. Una aplanadora, con todas las letras. Maggio con 3-3 en dobles. Mas 6 de Gonzalo y otro par de Mauro. Buena ventaja. Salía todo. Mucha joda en las tribunas y parecía los jugadores interpretaban eso. Fajas, bandejas, triples. Por contraparte, Facundo no metía ni una pelotita de golf en el aro.
Así se fue el cuarto, terminando 25-9. Con un Cequeira dispuesto a todo, bah, como siempre. Y lo disfrutamos, en la tribuna, se miraban y sonreían, se agarraban la cabeza y aplaudían y gritaban más fuerte.
Y en el segundo seguimos así (llegamos a sacar 21). Pobre Facu no metía nada. Vaquero anulado por Rostchy, Sepúlveda seco como lengua de loro. Y la defensa del negro cerrada como candado oxidado. Todos encima de su marca, dobles marcas y anticipos hicieron recuperar infinidad de pelotas, pero Alvear empezó fallar en el aro ajeno.
Y ahí la visita levantó. Primero triple sobre la nariz de la marca: Sepúlveda. Mal ataque. Tres más: Sepúlveda. Ramela y su minuto. Peor ataque. Bandeja, ¿quién? Nuestro ex. Sí, el mismo que no tenía puntos, nos hizo 8 en un minuto. Alvear se estanco en 32 y se venían con bronca los riojanos. Como no había quedado claro, Ramela pide otro minuto. Pero tampoco hizo despertar a los muchachos. Doble de Vaquero y otro triple nos pusieron a 3 puntos ¡¡¡¡3!!!! Pensar que casi le pedimos al arbitro que lo termine por afano…13-0 ráfaga de goles… y dolores.
La buena estuvo a dos minutos de final. Martin se pusoel equipo al hombro y clavo un bombazo (a las ilusiones ajenas de empate), ellos cometieron (por fin) un error y el mismo base puso dos mas, 5 en total para frenarlos. 37-29.
Lindo partido, seeee, si queres infartarte y salir en un ambulancia del estadio… digo.
Tercer cuarto, el aliento bajaba de la popular Norte y las plateas seguían el ritmo a palmas enrojecidas. Era necesario. Algunos no lo entienden así, se dejan llevar por la situación. Pero bueno, aliento al fin.
Palo y palo, parecía haber vuelto aquella defensa que nos dio tantas alegrías en estos últimos 6 cuartos (si contamos la primera final), pisando talones, mano en la cintura, brazos arriba, anticipos –como sea-. Alguna ventana se abría y ponía puntos Alvear. Pero La rioja ya no era la misma y en vez de errar siguieron metiendo. Ya no había lugar para errores. Pero los hubo y se vinieron (otra vez, si, otra vez) y apretar los dientes y alentar (y eso que hacer ambas cosas simultáneamente es difícil, eh).
Se trato de mantener una línea pero 15-20 nos ganan el cuarto y todo parecía gris y húmedo, cafetín de Buenos Aires.
52-49 aun arriba el negro corazón de león. Sabiendo que Facundo no había estado en el marcador por encima de Alvear, restaban minutos para experimentar esa sensación.
Ansiedad por Estrés Postraumático. Se dice de aquella emoción ansiosa que te queda después de un hecho grave. Y nosotros ya tuvimos un final cerrado y lo perdimos. ¿Cómo no íbamos estar nerviosos? ¿Cómo? Confiemos en el equipo y alentemos, que mas podíamos hacer…
Puntito va puntito viene, erraban todo lo que tiraban ambos equipos. Pero otra vez, se acercaron y ya empataron y de 56-55 se pusieron arriba. ¿Y ahora? Mamita. Agarrate.
Bessone en cancha. Martin en la base. El viejo en el banco. Debajo del aro doble y falta en una jugada sucia: Nico. Jugada de tres puntos. Error contrario, buena defensa. Doble y falta: Nico. No sería un “triple a la antigua” pero de daría un hecho determinante.
El moreno Calvester recibe reproches por ambas faltas y dobles de Bessone. No le gustan. Y vaya saber si en su idioma o el nuestro, le fue cantando las 40 a su técnico. Los compañeros lo paran porque se venían las manos del negro en el cuello de DT. Desde la tribuna se noto como se le dijo dos veces: Te vas, te vas. A lo cual el “grone” se sentó. ¿Pero como no comparar esta situación con Vesco, Echague y Progre? Inevitable.
Y así fue no más. Desde ahí el equipo salió confundido y Alvear metió un par de dobles más para sellar el resultado. A falta de un minuto se cuido como boleta de quini ganadora la pelota, dos veces en la línea, hicimos 2 de 4, pero la ventaja era suficiente. Volvimos a ganar un cuarto (el primero y el último) y el final fue: 69-65

Aahhhh, se escucho y volvimos a respirar. Se sufrió, si, pero se gano, estamos match point, hay que ganar 1 de los siguientes 3 partidos y como venimos con la escoba en la mano y encima la presión la tienen ellos… uhmm, podría ser, ¿no?

Será lo que tenga que ser. Felicitaciones al gran Martín y al viejo, que tratan a la naranja como pocos. Gracias a Bessone, los Mauros y checho por los aportes en el aro. Y por supuesto al resto de equipo: Cristian, Seba, Jesús, Juan, Joaquín por la férrea defensa.

VAMOS ALVEAR. A UNO DE LA GLORIA A UNO.

TODOS A LA RIOJA. TODOS.

GPL